Salida del 9 de Octubre
Penúltima salida del Club. Si, nos entristece ver como se nos acaba la temporada. Han pasado ocho meses desde el primer día que salimos en este año 2011 y todo ha transcurrido casi sin darnos cuenta. Hemos pasado frío, calor, sufrimiento, alegrías, enfados, pero sobre todo, lo que si que hemos hecho es hacer lo que más nos gusta junto a unos buenos amigos... pedalear por nuestra comarca con esa sensación de libertad que nos provoca a raudales la bicicleta. Estas dos ruedas se convierten en nuestro único mundo durante muchas y largas horas. Sobre ella tenemos tiempo para pensar, viajar, conocer gente, sufrir, reír, etc... pero también nos hace salir de casa y hacer deporte, sintiéndonos mejor con nosotros mismos, respirar aire puro, alimentar nuestra vista con preciosos paisajes.
Nos parece mentira que algo tan simple y rudimentario nos complazca tanto como lo hace la bicicleta. Aunque sea sacrificado. Aunque dejemos por unas horas de lado a la familia. Aunque la climatología nos castigue. Aunque salgamos bajo una soledad no buscada. Todo aficionado a este deporte ya sabe como es y no hay vuelta de hoja. O lo tomas o lo dejas.
Casi todos habrán hecho balance del año. Para algunos habrá sido todo un progreso con grandes satisfacciones, para otros un milagro haber podido salir todos estos domingos sin que las obligaciones se lo hayan impedido, habrá quien esto no haya sido suficiente y deba esforzarse más y para otros, los más desafortunados, ya llegarán tiempos mejores para poder subirse en la bicicleta para pedalear junto a nosotros.
En este penúltimo domingo, con una salida bastante llana, tan sólo 62 kilómetros de distancia y con una climatología estupenda para salir, era de esperar que hubiese gran afluencia de socios calentando motores en La Plaza de Castilla para salir a disfrutar.
La juventud que se esfuerza es la juventud que vale.
A las diez en punto de la mañana salimos en dirección al centro comercial La Verónica y giramos a la derecha para llegar a enlazar con la antigua N-331. En esta carretera a favor, sin viento que nos perjudicara, el pelotón empezó a caminar agrupado a un buen ritmo y con mucha cadencia hacia el desvío en el Cortijo San Juan. que nos levaría por la carretera de La Arenca hasta Mollina. Aquí empezó a formarse dos grupos bien diferenciados. El primero que empezó a tirar fuerte y que fue dejando poco a poco gente descolgada y el segundo que caminó siempre agrupado a una media de 24 Km/h. más o menos, entre charlas y risas. Aunque por un pinchazo de Pepe (Ebano), un tercer grupito más se llegó a formar. Tanto grupo hace que la furgoneta de asistencia, con Juan Valle al volante, tenga más trabajo a la hora de controlar a todo el mundo para que en caso de necesidad estar siempre a nuestro lado.
El pelotón pasa por la curva de la Estación donde pronto será atravesada por la línea del AVE.
Norberto y Juan Antonio Velázquez, pequeños grandes aficionados al deporte, acompañando al club en esta salida de domingo junto a su padre, antiguo corredor antequeranos que tan grandes momentos dió sobre doto en la temida subida a El Torcal.
Cruzamos Mollina pos sus calles solitarias a esas horas de la mañana y nos dirigimos hacia Humilladero donde se hará el desayuno y el reagrupamiento.
Alargamos la parada platicando unos con otros como si de un gallinero se tratase, comemos algo: fruta, barritas energéticas, un café en el bar o una tostada con aceite. Nos hacemos fotos y nos lo pasamos bien como si la ruta hubiese llegado a su fin. Aprovechamos el momento. Si, "Carpe Diem". Si no fuese por éstos y muchos otros instantes la vida no tendría sentido.
Juan y María José, matrimonio unido también por la bicicleta.
Toca volver. Perezosamente nos vamos montando en nuestras "flacas" y nos vamos agrupando para salir de Mollina en dirección a la Colonia de Santa Ana. Y como era de imaginar, la trompeta sonó y se hizo la estampida. Tirón tras tirón la gente intentó agarrarse a la rueda del que le precede para aguantar y no entrar en tierra de nadie porque el viento había hecho aparición y, como todos sabemos, el rebufo no nos hace sufrir tanto. Dicen que a rueda se ahorra un 25 o un 30% del esfuerzo. Así que a rueda. Con terreno a favor hasta la Colonia de Santa Ana la gente circula muy rápido: 45-50 Km/h. y pobre del que se quede atrás. Esa interminable recta, en solitario y con viento en contra, se le atraganta al más pintado. El grupo se desmorona en mil pedazos y cada uno coge su ritmo. Porque no son todos los que tienen ganas de guerra. Algunos lo intentan por si el tirón es corto, pero viendo que no tenía fin se esperaban a la llegada de grupos traseros para acoplarse y continuar la marcha a un ritmo más llevadero.
Pasando por delante de la Estación del AVE y llegando a la Colonia, cruzamos la A-384 que viene de Campillos y, con mucho cuidado de no ser embestidos por algún vehículo, continuamos por ella hasta llegar al Parque de Bomberos. Para los primeros el ritmo no ha cesado. Van enfilados intentando dejar atrás a los máximos posibles, que no se rompe hasta llegar a las puertas de Antequera. Los demás circulan tranquilos, charlando, sin sufrir. Y una vez en La Plaza de Castilla a reagruparse para dar la vuelta publicitaria tras la furgoneta de asistencia.
El más veterano del grupo, Don José Díez de los Ríos Montesinos.
Sin duda, un buen día. Ahora solo cabe esperar al domingo que viene. El último de la temporada con su respectiva comilona en los bajos de la Plaza de Toros donde reside nuestra sede. Tocará despedirnos hasta el año que viene y muchos colgarán la bici y no harán nada hasta el año que viene. Otros no la dejarán y continuarán con su pasión mientras la meteorología se lo permita. Y unos pocos irán al gimnasio, a la piscina cubierta, cambiarán la "flaca" por la MTB, harán footing o que se yo con tal de no hacerse sedentario y engordar unos buenos kilos que después cuestan una barbaridad desprenderse de ellos o perder ese estado de forma física que nos hace sentir estupendamente.
En fin, los días pasan para todo el mundo pero, si Dios quiere, habrán más.
Bonne Route amigos!
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