Salida del 8 de Mayo

Bueno, bueno, bueno, que día mas estupendo para salir a rodar con nuestras "flacas". Y lo que mas gusto dio fue ir casi toda la ruta en grupo, formando un gran pelotón, sin prisas, sin piques y a un ritmo alegre que nos hizo disfrutar plenamente de esta salida de principios del mes de Mayo.

Después de un sábado lluvioso, el domingo amaneció soleado y sin ese viento maldito que azota día si y día también estas tierras llegando la primavera. Eso hizo que un gran número de socios se apuntará para salir a disfrutar. La ruta además acompañaba. Muy llana, excepto la subida a Benamejí, que tampoco es que sea excesivamente dura, y rodando por la antigua N-331 sin peligro de coches, lo que hace que sea una ruta perfecta para rodar y rodar sin mas preocupaciones que la de disfrutar, como hicimos todos los asistentes.

Nuestro calendario, a partir de mayo nos dice que las salidas ya se hacen, como siempre desde la Plaza Castilla, a las nueve de la mañana en vez de a las diez. Los recorridos empiezan a ser mas largos, las temperaturas van aumentando y así llegamos a casa antes de que el "lorenzo" nos tueste a la parrilla. Eso si, Manolo Muñoz se olvido del cambio de horario y nos alcanzó un poco mas tarde. Un despiste lo tiene cualquiera.

Así pues, a las nueve en punto se salió de la Plaza Castilla en dirección norte hacia El tejar, siempre por la antigua N-331. Bajamos hacia la Verónica, giramos a la derecha para encontrarnos con la Nacional y una vez allí el tándem de Bienvenido y Manoli se dejó llevar de tal manera que el pelotón no lo alcanzó hasta casi llegar a Banamejí, donde se paraba a desayunar. No es que fuéramos lentos, mas o menos a una media de 27 Km/h., pero al no haber "guerra" entre nosotros el tándem desapareció poco a poco de nuestra vista. Hubo una pequeña grupeta que quiso llevar un ritmo mas alto y se despegó de pelotón pasado el cruce de Mollina. 

Por lo demás, todos juntitos hasta que llegó la subida a Benamejí, en la que cada uno se adaptó a su ritmo e hizo que se despedazara en mil trozitos el grupo. Y es normal, cada uno tiene su propia forma física y en esos prolongados repechos es donde se ven las diferencias.

Por cierto esa subida es preciosa. Es una carretera tranquila, curveada, de buen piso y rodeada por un frondoso pinar que sombrea y refresca el negro asfalto. Y confrome vas ascendiendo su paisaje te va cautivando hasta tener frente tuya Benamejí. Una vez allí parada para desayunar y reagruparnos todos. El último en llegar, como no, Paco Solís con la furgoneta de asistencia, seguro de que no se ha quedado nadie detrás. 

A la vuelta se levantó algo de aire que, por suerte, nos dió de culo ayudándonos a pedalear hacia Antequera. 

Después de reponer fuerzas, bajamos desde Benamejí, teniendo especial cuidado en una curva en "s" bastante cerrada que hay a mitad de cuesta, en la que hay que agarrarse bien a los frenos y pasarla con extrema precaución para no salirte de la carretera. Bajaremos hasta llegar al puente del Río Geníl, un lugar donde se podría parar para disfrutar de su cauce, bordeado de álamos y de su ruidoso caminar el cual, serenaría al mas nervioso.

Un sube baja nos lleva hasta el Tejar y de allí ya accedemos nuevamente a la antigua N-331 la que nos recibe una subida de dos o tres kilómetros con una pendiente media del 4% . Una vez coronada, eso sí, la carretera se vuelve favorable tal y como se ve en el perfil y todos en grupo, comandado por el Tándem, circulamos a una media de 30 Km/h. ayudados por el aire a favor hasta prácticamente Antequera. 

Después, en una pequeña subida antes de llegar al Hotel La Villas, donde hay una parada de reagrupamiento, se vuelve a fraccionar el pelotón y desde allí, después de esperar a los rezagados, vuelta publicitaria por las calles Antequeranas y nada mas; sólo decir que ha sido una salida inmejorable, satisfactoria y de las que volveríamos a repetir tantas veces como haga falta. 

Todo un placer: el tiempo, la gente, la ruta, el compañerismo, el paisaje, hacer lo que mas te gusta en un día tan precioso como el que nos acompañó durante toda la etapa....que mas decir, que todo aquel que quiera sentirse bien lo animamos a salir con sus "flacas" en compañía o sólo, no importa, porque la esencia es salir y olvidarte de todos los problemas cotidianos de esta sociedad para disfrutar de la naturaleza y el deporte, viajando sobre estas dos ruedas que te acaban atrapando de tal manera que, una vez que lo pruebas, no se que tiene, pero que no puedes dejarlo.

Hasta el domingo que viene!