SALIDA DEL 15 DE MAYO

Lo sentimos pero no se realizaron muchas fotografías en este día debido al fuerte viento lateral que soportamos durante todo el recorrido. Cualquiera se soltaba de manos para inmortalizar el evento. Y es que ya era difícil mantenerte firme. Había que agarrarse bien al manillar y respetar al menos medio metro con los compañeros para no chocar o provocar ningún contratiempo, como así lo hubo en al menos dos ocasiones, en la que los protagonistas: Pepe, Pepe de los Ríos y Tortosa, gracias a Dios, no les pasó nada grave. Pero es que el fuerte viento, que venía de sur a norte, nos empujaba lateralmente tanto en la carretera de Bobadilla como en la de Campillos, con una intensidad que te desplazaban como si fueses de papel. Un día mas que duro en el que no podías ni charlar con los colegas porque no escuchabas prácticamente lo que te decían, además de no poder ir casi en paralelo por la peligrosidad. Tampoco podías buscar rueda para resguardarte del aire, así que todos sufrimos lo nuestro. 

A las nueve de la mañana en punto, eso sí, se salió de la Plaza Castilla. Algunos que iban a asistir fallaron y no me extraña, seguro que al asomarse desde sus ventanas y ver como se  agitaban violentamente las ramas de los árboles decidieron quedarse a cubierto. Así que sólo salimos los valientes, jeje...

En un principio, por la carretera de Bobadilla y hasta llegar a Bobadilla Estación, mas o menos todos llevamos el mismo ritmo. Pero una vez en la carretera de Campillos y hasta llegar a Teba cada uno cogió su ritmo y nos desperdigamos en el camino como el polen que nos invade en estas fechas. 

De Campillos hasta Teba, como nos dirigimos dirección sur, el aire nos dió de frente y hubo que forzar el pedaleo, eso sí,  guardando fuerzas para subir los dos últimos kilómetros hasta Teba. 

Entrando a Teba, el aire era tan fuerte que mas de uno tuvo que echar pie en tierra antes de caerse y los que lo lograron, de nada sirvió ya que no pudieron desayunar en el pueblo porque el bar estaba cerrado, así que bajaron nuevamente para desayunar en uno que está a pie de puerto.

Arriba en Teba fue donde vimos a Pepe de los Ríos subido en la furgoneta, pensando que era debido al viento, pero cuando vimos el moretón que llevaba en el ojo izquierdo, en seguida supimos que se había caído. Nada por lo que preocuparse, pero el hombre decidió dejar por finalizada la etapa, ya había tenido bastante por hoy.

90 Kilómetros son muchos kilómetros con fuerte viento racheado. La gente estaba deseando llegar a casa. La verdad es que no se pedalea a gusto. No puedes mantener una conversación con los colegas, no disfrutas de las preciosas vistas primaverales que nos rodean, no hay tregua para el descanso, se te hace un poco mas largo el recorrido....pero esto es el ciclismo señores, una lucha constante, por eso no entendemos como está tan mal pagado el ciclismo profesional. Y nosotros, los aficionados, sobre todo los que lo prácticamos, sabemos lo durísimo que es este deporte.

En fin, ya vendrán días mejores. No todo es sol y playa en este deporte y eso es lo que nos hace duros y lo que nos hace seguir pensando en una nueva salida. La bicicleta engancha por su dureza, porque sino se sufriese sobre sus lomos, seguramente no nos atraería tanto como lo hace. 

Hasta el domingo que viene.