SALIDA DEL 27 DE FEBRERO

Después del soleado, cálido y placentero sábado, le siguió un domingo gris y frío. Como siempre, la meteorología , no nos dejó disfrutar al máximo de nuestro deporte. Aunque alguno se atrevió a llevar culotte corto. Para gustos....colores.

 

A pesar de todo, la gente que decidió acercarse hasta la Plaza Castilla para salir con el Club, no se arrepintió de nada, pues fue, como siempre, una salida divertida y amena.
La ruta establecida era corta, pero con algo de dificultad debido a la larga y tendida pendiente que existe entre las Huertas del Río y Archidona.
Salimos apelotonados en un principio pero, llegando a la Peña de los Enamorados, la gente ya se iba calentando e iba rompiendo en mil pedazos ese numeroso grupo.

Los que decidieron ir tranquilos para superar la ascensión sin sufrimiento, hicieron su propio grupo, pero después de pasar las Huertas del Río y aparecer ante nosotros la primera rampa dura del día, se vio reducido nuevamente hasta casi la extinción. Cosas del ciclismo. Hay unos que están mas fuertes que otros, otros que quieren sufrir y darlo todo y los hay que se lo toman como un paseo agradable en compañía de amigos. Así que, quitándonos de los llanos, donde todo el mundo va mas o menos agrupado, en las cuestas se desgrana siempre en varias grupetas. Algo normal y típico en este deporte.

Una vez en Archidona, esperamos a que llegase el último e hicimos la parada del desayuno, donde el café calentito fue el eterno aliado. Lo curioso de la parada es que el sol hizo una tímida pero reconfortante aparición. Y, parados frente al bar, sudados después del esfuerzo, aquellos rayos nos fueron milagrosos. Porque la verdad es que de un día para otro el cambio de temperatura fue brutal. Ver el sol fue todo un espectáculo. Aunque nos abandonaría nada mas empezar a bajar. 

Y como era de esperar, descender, con la velocidad de cogen nuestras finas monturas, fue de agarrate que vienen curvas. Que frío !. Si subir se hizo largo para algunos, creo que bajar se les hizo largo a todos.  

Bajando, nos desperdigamos y ya no hubo agrupación hasta llegar al Polígono Industrial de Antequera, donde se hizo una parada de reagrupamiento frente a la Renault. Con ganas de llegar a casa para entrar en calor bajo una reconfortante ducha calentita, salimos de allí y entramos en las calles de Antequera a dar nuestra vuelta publicitaria y nada de extraordinario que contar. Todo fue bien gracias a Dios. Paco Solís fue el encargado de acompañarnos en todo momento con la furgoneta de asistencia y la salida del domingo, una vez mas, aunque con mejor día, digna de repetir.

Hasta el domingo que viene!!!!